SOMOS
RAÍZ TERAPIA Y FORMACIÓN
Raíz es un encuentro, un espacio acogedor y cuidadoso donde poder experimentar y expresar nuestras dificultades y emociones con la seguridad de que van a ser escuchadas.
Entendiendo que el proceso terapéutico pasa por el desarrollo de la conciencia y el sentido de la responsabilidad como pilares básicos, las formas para facilitar esta evolución no son lo importante, lo que sí es necesario es la disposición a explorar y cuestionarnos todo aquello que en nuestro inconsciente está almacenado como certezas absolutas. En Raíz la creatividad, la espontaneidad, la improvisación, incluso el caos y la propia neurosis son la materia prima de la que disponemos para nuestro trabajo personal.
Raíz es un camino que uno comienza y no sabe a dónde le puede llevar. La raíz es el origen, de dónde venimos, eso misterioso y desconocido a donde pertenecemos y que añoramos. Saber de dónde venimos es una necesidad existencial, la pérdida del contacto con nuestro origen es la base de la neurosis. También la raíz es el arraigo, lo que nos une a la tierra, nos aporta realidad y tiene que ver con nuestros orígenes terrenales, nuestra familia, nuestra educación, nuestra cultura… hay un origen existencial por descubrir y un origen terrenal que aceptar.
Como un árbol que con sus ramas y hojas busca la luz y con sus raíces busca el agua, así a través del proceso terapéutico vamos encontrando los alimentos que nos ayudan a crecer, la aceptación de la realidad y la confianza en el propio proceso son la manera en que nuestro cuerpo evoluciona, lo que llamamos autorregulación del organismo. La sabiduría del cuerpo es un conocimiento, antiguo, directo y claro que nos indica el camino.
Raíz es una propuesta abierta, que se construye y crece con las aportaciones de todos sus participantes, dar y recibir es lo mismo, el terapeuta se nutre de los pacientes igual que los pacientes se nutren del terapeuta, el que ayuda se beneficia de esa sensación de dar tanto o más que quien supuestamente recibe. Raíz no es un lugar es un proceso de crecimiento.
Considero que la bondad es la forma más refinada de inteligencia. Ser inteligente significa saber que uno solo puede evolucionar a través de valores como la compasión, la generosidad y la mirada limpia de juicio que genera belleza. En definitiva el proceso terapéutico consiste en ser cada vez mejor persona.
Fernando S. de Juan
COLABORADORES
Dora Alonso
Experta en movimiento auténtico
Irene Poza
Psicóloga
Néstor Muzo
Experto en teatro clown
Soledad Maldonado Poyatos
Especialista en grafología
Paulina Ramírez Córdova
Psicóloga
Eustaquio García Valles
Psicólogo General Sanitario CAM
Yolanda Mozota
Miembro didacta de la AEGT
Ignacio Peña García
Psiquiatra
Paco Jaume
Experto en Psicoinmunología
Nina Matas Romero
Licenciada en Psicopedagogía
Amor Hernández
Psicóloga
Assumpta Mateu
Psicóloga Clínica Especialista en Terapia Gestalt e Integrativa
"Los deberías y las demandas de la persona neurótica la lleva a sentirse responsable de cosas sobre las que no tiene el menor control y que el objeto de la terapia es el de liberarla de sus ilusiones y compulsiones para que pueda asumir su propia responsabilidad”
– Karem Horney –