LOS CUENTOS EN LA TERAPIA
“Para que una historia mantenga de verdad la atención del niño, ha de divertirle y excitar su curiosidad. Pero, para enriquecer su vida, ha de estimular su imaginación, ayudarle a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones; ha de estar de acuerdo con sus ansiedades y aspiraciones; hacerle reconocer problemas que le inquietan. Resumiendo, debe estar relacionada con todos los aspectos de su personalidad al mismo tiempo; y esto dando pleno crédito a la seriedad de los conflictos del niño, sin disminuirlos en absoluto, y estimulando, simultáneamente, su confianza en sí mismo y en el futuro”.
- Bruno Bettelheim -
Creo que pocos se atreverían a poner en cuestión la capacidad del cuento como herramienta terapéutica. Los cuentos pueden ser usados de muy variadas formas para ayudar a sanar. Me parece que los cuentos en general, y los cuentos tradicionales en particular, son una herramienta excepcional para trabajar la polaridad Identificación – Alienación tan central en la terapia gestalt. Los cuentos nos regalan situaciones y personajes tan variados como universales. El cuento nos provee de todo lo necesario para trabajar tanto las proyecciones e identificaciones como lo negado, lo que alienamos y rechazamos.
Son los cuentos pues, un contexto o campo donde todos los elementos son susceptibles de ser integrados, rechazados o actuados y se puede trabajar con ellos al igual que con los sueños. Puedo crear un cuento propio, o puedo a trabajar a partir de una historia ya creada. Haga lo que lo haga, en los cuentos siempre aparecerán mis propios conflictos. El cuento es un recurso para estimular la imaginación y encontrar formas de resolver mis dificultades externas o internas.
